COMUNICADO DE PRENSA

Victoria de los derechos Humanos de la Niñez en la República Dominicana

Después de una batalla legal de 4 años, el martes 25 de septiembre el gobierno dominicano emitió las actas de nacimiento de dos niñas de ascendencia haitiana nacidas en la República Dominicana. Esta iniciativa fue tomada por el gobierno después de una visita realizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ("CIDH") a Santo Domingo para discutir con el gobierno y los peticionarios la demanda que se había presentado a favor de las dos niñas ante dicho órgano.

Nacidas en la República Dominicana, hijas de madres dominicanas y padres haitianos, las menores no fueron reconocidas como nacionales dominicanas en virtud del origen nacional de sus padres. En 1997 las familias de las niñas intentaron registrarlas sin éxito. El gobierno manifestó que ninguna de las dos niñas tenía derecho a poseer la nacionalidad dominicana, aun cuando existe una disposición constitucional que otorga la nacionalidad a toda persona que nazca en ese territorio. El gobierno fundamentó su rechazo en el hecho de que los padres de las niñas son haitianos.  En este sentido, el oficial civil que negó las solicitudes declaró que estaba cumpliendo con una política estatal de no otorgar actas de nacimiento a niños de ascendencia haitiana.  Con el fin de amparar los derechos fundamentales de las niñas, el Centro por la Justicia y el Derechos Internacional (CEJIL) en Washington D.C., la Clínica de Derechos Humanos Internacionales de la Facultad de Derecho Boalt Hall de la Universidad de California, Berkeley y el Movimiento de Mujeres de Ascendencia Haitiana (MUDHA) presentaron una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1999.

El caso de estas niñas, no es aislado. Ejemplifica la situación de miles de niños y niñas de ascendencia haitiana que han nacido en la República Dominicana pero que no se les reconoce la nacionalidad de ese país. Con la negativa del Estado de expedir las correspondientes actas de nacimiento, el gobierno impedía a estas niñas la posibilidad de asistir a la escuela y las mantenía en riesgo constante de ser expulsadas del territorio dominicano. Este caso representa un llamado al Estado dominicano para que remedie la situación que sufren miles de niños(as) de ascendencia haitiana, quienes viven atemorizados de ser detenidos y en muchos casos separados de sus familias y llevados a Haití por agentes de inmigración, bajo sospecha de ser migrantes ilegales. Estos niños(as) son condenados a ser apátridas - una existencia de ilegalidad permanente -- en el país donde nacieron, en contravención a todo los tratados internacionales que protegen los derechos humanos de la niñez y de los cuales el Estado dominicano es signatario.

Celebramos la decisión del gobierno en cuanto a su intención de crear un programa en las escuelas para facilitar los procesos de declaraciones de nacimiento tardíos a los(as) niños(as) dominicanos(as) menores de 13 años de edad que ingresen a los planteles sin el registro de nacimiento correspondiente.  "Esperamos que dicha iniciativa cuente con la agilidad que la actual situación de desprotección amerita, a fin de que todo niño y niña nacido(a) en territorio dominicano, sin discriminación alguna de raza u origen nacional, pueda ser legalmente registrado a la mayor brevedad," dijo Roxanna Altholz, abogada de CEJIL.

Continuaremos insistiendo ante los órganos internacionales en la protección y promoción de los derechos -no solo de estas dos niñas-, sino también en favor de los miles de niños y niñas dominico-haitianos que se encuentran en esta situación de marginalización por parte del Estado.  Como Sonia Pierre, líder de MUDHA expresó: "El Sistema Interamericano nos ha ayudado inmensamente. Hemos estado hablando de derechos humanos en la República Dominicana por cuarenta años y nada ha sucedido. Esta es la primera vez en que hemos visto el cumplimiento de los derechos humanos en virtud del derecho internacional. Nunca lo creí posible."